Mi nombre es
Luis y así me conocen por estos lares.
De
profesión, mis labores, al igual que todo trabajador que se dedique al meritorio
arte de trabajar, con lo complicado que esta actividad se ha puesto en la
actualidad.
No es
difícil deducir que soy cristiano y además, católico. ¿Parece casi una osadía
con los tiempos que corren verdad? Pero es así y me siento orgulloso y muy
afortunado de serlo.
El hecho de
ser católico me viene de lejos. Exactamente, desde mi bautismo y confirmación allá por el
siglo pasado.
Ello no me
ha provocado ningún tipo de secuela y me considero un tipo bastante normal, al
menos, hasta donde yo conozco.
Nací, crecí,
me desarrollé, me reproduje y pienso incluso si nadie lo remedia, morir algún día.
Me gustan
las mujeres, me gusta el vino y si tengo que olvidarlas, bebo y olvido.
Amo la buena
música. Desde los cantos gregorianos, hasta AC / DC.
Dependiendo
el día, puedo ser el más místico entre los místicos o el más heavy entre los
ídem, aunque mi melena al viento dejara de lucir en la prehistoria.
El cine, me
apasiona, pero no voy por la vida de crítico; dadme a Rambo con unas palomitas
y soy vuestro.
La lectura
la respeto y ella a mí también. Digamos que no soy un ferviente lector desde
mis tiempos de fanático de Stephen King, pero también presumo de haber leído El
Quijote y quedar prendado, prendido y casi preñado ante tan soberbia obra.
En
definitiva, creo que soy un tipo muy común. De esos al uso y casado; es decir,
casi sin usar.
Y ahora que ya
conocéis gran parte de mi vida, explicaré el motivo por el que decido abrir
este blog.
En primer lugar, que nadie se
lleve las manos a la cabeza con un título así para iniciar una andadura
bloguera.
No intento
ser irreverente. ¡Válgame Dios! Todo lo contrario.
El hecho de
mezclar cerveza con el Altísimo es entre otras cosas, porque a mí, el tomarme
una buena cerveza con un buen amigo, me lleva a sentirme como Dios.
Poder
charlar de la vida largo y tendido mientras saboreamos el espumoso elemento, lo
considero uno de los mayores placeres, al menos, de esta vida.
Y si ese Amigo
es Él mismo, al que pido consejo, con el que comparto mis problemas, solicito ayuda y de quien
más y mejor me puedo fiar, apaga y vámonos.
Bromas
aparte, quisiera que éste fuera un rincón en el que poder plasmar vivencias,
pensamientos, meditaciones, informaciones, oraciones, imágenes, música, humor y todo aquello que desde un punto de vista
cristiano, me pueda servir a mí y a toda aquella persona que me quiera
acompañar, para ser una pizca mejores de lo que somos.
No quiero
que sea un espacio aburrido, lineal ni profundo que nos pueda llevar a un cierto
aburrimiento moral e intelectual, porque yo siempre he imaginado a Jesús,
nuestro Jesús, como un Tipo jovial, en ocasiones, rallano al cachondeo, además de un gran
amigo de los niños, defensor de la nobleza, la humildad y la justicia. En resumidas cuentas, simplemente como un Hombre de esos que se visten por los pies.
Así que
queda inaugurado oficialmente este blog, dedicándolo en primer lugar a mi familia que siendo como son, me hacen fácil el intentar ser buena gente.
Dedicarlo también a todas aquellas personas que vistan de negro o no, me aportan con sus enseñanzas, cariño y comprensión, algo muy en desuso en nuestro tiempo, llamado "esperanza".
Hoy me lanzo al ruedo de esta aventura bloguera.
¡Que Dios reparta suerte!
Gracias.
Dedicarlo también a todas aquellas personas que vistan de negro o no, me aportan con sus enseñanzas, cariño y comprensión, algo muy en desuso en nuestro tiempo, llamado "esperanza".
Hoy me lanzo al ruedo de esta aventura bloguera.
¡Que Dios reparta suerte!
Gracias.
Siempre Tuyo,
Luis